La situación económica actual pone en cuestión la sostenibilidad del estado de bienestar y, más concretamente, de uno de sus grandes pilares: el sistema público de pensiones. En un contexto marcado por el envejecimiento de la población —fruto de un aumento de la esperanza de vida y una disminución de la natalidad—, los expertos recomiendan a los ciudadanos recurrir a herramientas que permitan el ahorro a largo plazo, como los planes de pensiones privados. Las aportaciones a estos vehículos de ahorro crecieron un 13% en 2019, un año histórico en rentabilidad, ya que lograron un 8,8% de media. Según la ‘XI encuesta sobre planes de pensiones individuales’, publicada esta semana por el Observatorio Inverco, el 75% de las gestoras de planes de pensiones pronostica que en 2020 el volumen de aportaciones netas igualará o superará la cifra alcanzada el año pasado, lo que equivale a unos 1.167 millones de euros.
Para debatir sobre ello y analizar nuevos productos que han surgido en el mercado, El Confidencial organizó de la mano de MyInvestor el encuentro ‘Planes de pensiones indexados: retos y oportunidades’. En el debate, participaron Gabriela V. Orille, co-CEO de MyInvestor; Ignacio Jiménez, experto en planificación patrimonial de Andbank; Luis Sáez de Jáuregui, director de Distribución de AXA España; José Antonio Herce, socio fundador de LoRIS (Longevity & Retirement Income Solutions); Francisco Javier Velasco, especialista en selección de producto de inversión de MyInvestor; Vicente Varó, director de Contenidos, Comunicación y Marketing de Finect, y Mirenchu del Valle Schaan, secretaria general de Unespa.
Para Ignacio Jiménez, una de las principales preocupaciones de los ciudadanos es poder cubrir las necesidades que van a tener en su jubilación. Sobre todo, aquellos que van a ver muy mermado su poder adquisitivo, como por ejemplo los que tienen una renta en torno a los 60.000 euros anuales, que pasarán a cobrar 35.000 euros como máximo de pensión. “La gente se plantea cuánto va a perder desde el último salario hasta la primera pensión. Quieren mantener el mismo nivel de vida, entre otras cosas, porque cada vez tenemos hijos más tarde y probablemente cuando nos jubilemos seguiremos pagando su universidad”, resaltó.
Según el informe ‘Tendencias clave de los españoles ante la jubilación’, publicado a mediados de noviembre, nueve de cada 10 españoles piensan que no recibirán pensión pública en el momento de su jubilación, o que esta será insuficiente para garantizar su nivel de vida. Los ‘millennials’ son los más pesimistas: el 43% de ellos vaticina que no percibirá dinero del Estado tras su jubilación.
La mejor manera de estar preparado en el caso de que se cumplan estos pronósticos es ‘protegerse’ mediante el ahorro a largo plazo, según los expertos. El director de Distribución de AXA España aseguró que la crisis ha puesto de manifiesto “la necesidad de protección en relación a las cosas que más queremos” e insistió en que “ahorrar es una manera muy clara de ello”. “En la anterior crisis, las tasas de ahorro se duplicaron en España. En 2008, llegaron a tocar los índices de Alemania, pero cuando volvió la actividad económica, volvimos a la cola de Europa. Y ha pasado lo mismo ahora, porque es una manera de protección. Ha vuelto a duplicarse la tasa de ahorro y deberíamos mantenerla, independientemente de la situación, y ahorrar en planes de pensiones u otros vehículos de inversión a largo plazo”, recomendó Luis Sáez de Jáuregui.
Para conseguir que el sistema de pensiones sea financieramente sostenible en el futuro, la secretaria general de Unespa considera necesario construir un pilar de previsión complementaria “robusto”, que crezca al lado del sistema público de pensiones, de tal manera que podamos completarlo. “Desde el punto de vista coyuntural, ahora mismo estamos centrados en enfrentar la crisis del covid. Pero desde el punto de vista estructural, está claro que el ahorro y la previsión son un tema que estamos enfrentando todas las sociedades desarrolladas. El incremento de la longevidad, junto con la baja tasa de natalidad, está dibujando unas sociedades muy distintas de las que tenemos actualmente», señaló Mirenchu del Valle Schaan.
En este sentido, Del Valle hizo hincapié en que, dentro de cuatro o cinco legislaturas, más de un 40% del consumo de bienes como vehículos, combustibles, productos de alimentación… procederá de mayores de 65 años. Esto, a su juicio, implica que aquellas economías que “hagan mejor la ecuación para garantizar un nivel adecuado de vida a sus mayores” serán las economías líderes de Europa y del mundo. “Vamos a necesitar que ese colectivo siga consumiendo a unos ritmos apropiados. Para tener en el futuro una sociedad fuerte, necesitamos consolidar este nuevo sistema. Es un viaje que ya han hecho otros países, como Suecia, Dinamarca, Reino Unido, Alemania, Canadá o Australia”, añadió.
Según los datos recogidos por el Observatorio Inverco, la práctica totalidad de las gestoras (el 97%) considera que el ahorro en planes de pensiones no está suficientemente incentivado en comparación con el resto de países de la Unión Europea, y demandan una mejor fiscalidad en la prestación, ampliar los límites en las aportaciones y poner en marcha un sistema de adscripción por defecto de planes de empresas, siguiendo el ejemplo del Reino Unido.
Sin embargo, lejos de mejorar, la fiscalidad empeorará previsiblemente de cara al próximo ejercicio, ya que el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2021 prevé rebajar de 8.000 a 2.000 euros la cuantía deducible de las aportaciones a los sistemas de ahorro individual para la jubilación; y de 2.500 a 1.000 euros las realizadas en favor del cónyuge. Una medida criticada por los participantes en el foro. Concretamente, José Antonio Herce denunció que, si el trámite parlamentario no lo impide, el exceso de esos 2.000 euros “va a estar sujeto a una doble imposición». «Por un lado, las aportaciones dejarían de ser deducibles; mientras, por otro lado, las prestaciones seguirían sujetas a impuestos. Esto es algo que no pasa en ningún país de la OCDE, porque es inconstitucional», explicó el socio fundador de LoRIS .
Para Ignacio Jiménez, la Administración, mediante la nueva normativa, “no fomenta el ahorro voluntario a largo plazo” y considera que el mensaje lanzado a la sociedad “no es el adecuado”. Por eso, el experto de planificación patrimonial de Andbank cree “fundamental” dar a la ciudadanía educación financiera para lograr su concienciación.
Por otro lado, los expertos coincidieron en la idea de que hay que potenciar los planes de empresa, aunque consideraron que no es el mejor momento para hacerlo. “Sabiendo que es importante que hagan planes a favor de sus empleados, ahora mismo bastante tienen las empresas con sostenerse”, precisó Sáez de Jáuregui.
Según el informe ‘Situación de las pensiones en España 2020’ —elaborado recientemente por KPMG Abogados—, el 87% de las empresas está dispuesto a realizar aportaciones a los planes de pensiones de sus empleados por una cuantía equivalente en torno al 2% del salario, con «el objetivo de destinarlo a su ahorro para la jubilación». Sin embargo, solo el 27% cuenta en la actualidad con un plan de previsión. Además, el 63% de las compañías considera que «actualmente no se dan las condiciones económicas» para efectuar esos desembolsos.
En el encuentro se destacó el “crecimiento exponencial” de los productos indexados. No obstante, los planes de pensiones indexados aún no tienen el mismo tirón que los fondos indexados. Para Gabriela V. Orille, en el mundo de los planes de pensiones, “aún falta concienciación” sobre la necesidad de inversión a largo plazo. “Quizás el inversor español tiene prejuicios hacia los planes de pensiones porque cree equivocadamente que no son rentables. Sin embargo, un buen plan es igual que un buen fondo”, sentenció.
Respecto a las principales ventajas de los planes de pensiones indexados, Francisco Javier Velasco señaló desde MyInvestor la facilidad de la gestión —ya que simplemente hay que elegir un plan que replique un índice—, unas comisiones por debajo de la media y una mayor rentabilidad a largo plazo. “En los últimos dos o tres años, hemos visto una gran profesionalización dentro de la industria de fondos de pensiones que hasta ahora no había. Esto lo que hace es que todo lo bueno que se venía haciendo en el mundo de los fondos de inversión se está trasladando a los planes de pensiones”, apuntó el especialista en selección de producto de inversión de MyInvestor.
Por su parte, Vicente Varó coincidió en que se está detectando un interés “creciente” por todo lo que tiene que ver con gestión indexada. A su juicio, ese interés tiene que ver con “una ventaja inicial más allá de los costes, que es su sencillez». Es algo de lo más demandado por los usuarios y si lo vemos en perspectiva, «es lo que más viene creciendo”, matizó el director de Contenidos, Comunicación y Marketing de Finect.
Varó señaló que existe “gran variedad” de carteras indexadas con diferentes niveles de riesgo para la diferente tipología de clientes. Respecto a las franjas de edad, advirtió de que poco a poco se van incorporando a este mercado los jóvenes, pero “desgraciadamente son muy pocos”. En su opinión, se trata de un público muy concienciado, pero cuenta con problemas para ahorrar: «La realidad del país es que la mayoría de los jóvenes no tienen capacidad de ahorro, y es una de las cosas que tenemos que afrontar. La forma de ayudar a los jóvenes a ahorrar y a elegir productos como estos es intentar mejorar el mercado laboral. Esa es la clave”, concluyó.
Fuente: ElConfidencial.com