Los impuestos y la lucha contra evasión dominarán la agenda este semestre. La Comisión quiere reforzar los recursos propios de la UE con tributos.
Pocos debates resultan más complicados que hablar de fiscalidad en Europa. La variedad de regímenes tributarios, el celo de las capitales, y la unanimidad necesaria para sacar adelante los acuerdos complican cualquier progreso. Más aún cuando las subidas de impuestos, o la creación de nuevos tributos, podrían dañar la salida de la crisis del Covid-19. Pero, al mismo tiempo, Europa necesita pagar el fondo de recuperación para remontar el vuelo, unos 750.000 millones de euros, según la propuesta de las instituciones comunitarias.
Para ello, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, propuso crear una serie de impuestos comunitarios. El primero se aplicaría a los plásticos de un solo uso, con el que se podría recaudar unos 3.000 millones de euros, y que se quiere aplicar ya desde el 1 de enero, aunque parece complicado.
Para 2023 debería introducirse el impuesto al CO2 en frontera, una idea muy compleja técnicamente, y la tasa digital, que cuatro Estados miembros ya tumbaron en 2019. El resto de nuevos recursos, como el nuevo sistema reforzado para los permisos de emisiones, llegarían antes de 2027.
La creación de los nuevos tributos en el contexto del fondo de la recuperación representará la mayor transformación en el sistema de recursos propios de la UE en décadas. También es un debate político de alta intensidad, que países como Alemania quieren gestionar con cautela, y otros como Holanda no consideran que sea el momento de sacar.
Una carta enviada por su ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, a sus colegas europeos, y a la que tuvo acceso elEconomista, destaca la importancia de avanzar para conseguir «un impuesto mínimo efectivo para las multinacionales». También quiere dar impulso a otra propuesta ‘zombie’, el impuesto a las transacciones financieras.
Nuevas iniciativas
La Comisión presentará una serie de iniciativas a partir del tercer trimestre, incluyendo un plan de acción contra la evasión fiscal y para simplificar los regímenes fiscales. Incluirá una iniciativa no legislativa sobre la buena gobernanza fiscal en la UE y en el extranjero, y la revisión de la directiva sobre el intercambio automático de información en materia tributaria. Para finales de año llegará otro documento no legislativo para indagar sobre una fiscalidad corporativa para el siglo XXI.
Todo este impulso coincide además con la creación de una nueva subcomisión permanente en el Parlamento Europeo, centrada en la lucha contra la evasión fiscal y los arreglos tributarios que han convertido a algunos países europeos, como Irlanda, Malta, Holanda y Luxemburgo, prácticamente en paraísos fiscales dentro de la UE. Según pudo saber elEconomista, el presidente de este nuevo comité, que arrancará en septiembre, será el holandés Paul Tang. Este laborista ha sido muy crítico con las prácticas de países como el suyo, que han facilitado que algunas multinacionales apenas paguen impuestos en la UE.
Fuente: ElEconomista.es