Hacienda planea más tributos al diésel, tecnológicas, grandes empresas, rentas altas, billetes de avión, plásticos, tabaco, casas de apuestas y comida basura.
Tras un año de inactividad, el Gobierno prepara una subida fiscal múltiple sobre grandes empresas, rentas altas, tecnológicas, transacciones financieras, diésel pero también billetes de avión, plásticos, tabaco, casas de apuestas e incluso comida basura. No todas las ideas están decididas, pero a medida que se acerca la fecha para preparar los Presupuestos se avanzan detalles en las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos, sí, pero también entre unos ministerios que defienden o se oponen a determinados tributos. Todo ello para asegurar un ajuste de en torno a siete décimas -más de 8.000 millones de euros, que Bruselas exige que sean estructurales, es decir, no por el ciclo- para que el déficit público baje al 1,8% del PIB este año y, además, compensar la ambiciosa agenda de gasto que el Ejecutivo apalabró con Unidas Podemos, con medidas como un ingreso mínimo vital.
Como fuere, el Ministerio aprobará más impuestos y subidas fiscales este año de las que tenía pensado para el año pasado, quizá para compensar de cara a Bruselas el año perdido que fue 2019 para reducir el déficit y el retraso con el que pueden entrar los Presupuestos y los tributos que va a crear. Para los próximos años, el Ejecutivo prevé que el PIB nominal -es decir, incluidos los precios y el que realmente tiene efecto sobre la recaudación- crezca a un ritmo similar a 2019, por el mayor peso de la inflación pese a la desaceleración de la actividad. Si en 2019 el crecimiento nominal era del 3,5%, para los cuatro próximos años prevé que se mantenga esa cifra de media, frente a la bajada del avance del PIB real del 2% en 2019 al 1,6% este año. Ello redundará en que el aumento de la recaudación por el ciclo se mantendrá, a lo que se sumará la subida y creación de impuestos, lo que elevará más la presión fiscal, ahora en el 35,8% del PIB.
Por un lado ya tramita las tasas Google y Tobin, que ya preveía para el año pasado y que no entrarán en vigor hasta la segunda mitad de 2020, con el consiguiente impacto en los ingresos -en un ejercicio completo el Ejecutivo calcula que ingresarán 968 y 850 millones respectivamente, pero en 2020 no llegarán a la mitad-.
En el IRPF y Sociedades, al ser impuestos directos, cuando se produzca el alza será sobre el ejercicio completo, con efectos desde el 1 de enero de 2020. En el caso del primero elevará las retenciones desde que se aprueben y los impuestos en la declaración correspondiente a 2020 que se haga en 2021. Algo parecido ocurrirá en Sociedades con pagos fraccionados y la liquidación a presentar en julio de 2021.
Proyectos de Podemos
Para las rentas altas los planes del Gobierno consisten en elevar dos puntos el IRPF a los ingresos del trabajo superiores a 130.000 euros hasta el 47%, siendo el alza de cuatro puntos para los mayores de 300.000 euros -en regiones como Cataluña el tipo máximo subirá al 51%-. De media, los 80.000 contribuyentes afectados pagarán unos 4.100 euros más de media. Los ingresos de las rentas del capital subirán cuatro puntos al 27% el IRPF a las rentas del ahorro, que afectará a 20.792 contribuyentes que pagarán, de media, 15.968 euros más, según Gestha. El Ejecutivo calculó unos 330 millones de euros de ingresos para este año.
La gran fuente de recaudación provendrá de la subida de impuestos a las grandes empresas: el Gobierno quiere reducir la actual exención del 100% de los dividendos del exterior en Sociedades al 95%. Junto al tipo mínimo del 15% en Sociedades para empresas que facturen más de veinte millones de euros -y el tipo endurecido del 18% a banca y petroleras-, la recaudación prevista era de 1.776 millones. Las 10.092 compañías afectadas pagarán 175.981 euros más de media.
Junto a ello, para las sociedades anónimas cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario (socimis) se prevé un tipo del 15% en Sociedades a los beneficios no distribuidos, frente al 0% actual. Ello redundará en que las 224 socimis pagarán 10,5 millones, 46.875 euros por barba. La rebaja del tipo a las pymes que facturen menos de un millón del 25% al 23% beneficiará a 349.000 sociedades que pagarán 260 millones menos, 745 euros de alivio fiscal por cada una.
Para presionar por un acuerdo internacional la tasa Google fijará un tipo del 3% a la prestación de servicios de publicidad online, venta de datos generados desde información proporcionada por los usuarios y servicios de intermediación que permitan localizar a otros consumidores. Afectará a empresas con una facturación global de hasta 750 millones o con más de 3 millones de cifra de negocio en España. La liquidación será trimestral, salvo este año, que se pagará en diciembre de 2020. La tasa Tobin será mensual con un tipo del 0,2% sobre la compraventa de acciones de firmas españolas cuya cotización supere los mil millones de euros -unas 60-.
Y junto a la subida al diésel, que Hacienda incluirá en las cuentas y que el año pasado pretendía recaudar 670 millones, el Ministerio sacó a consulta pública dos proyectos de impuestos verdes. Uno para gravar más los billetes de avión que «debería tener en cuenta el hecho insular» y otro al uso de envases de plástico de un solo uso.
A ello se le añaden los que Podemos quiere incorporar a las cuentas de 2020: la subida al impuesto a las Labores del Tabaco y Actividades del Juego para penalizar las casas de apuestas, además de endurecer la fiscalidad de los alimentos no saludables. Si bien aún se negocia con Hacienda, desde la formación señalan el «entendimiento». El exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ya subió el impuesto a las Labores del Tabaco en 2013 y luego en 2016, además de plantear dicho año un impuesto a las bebidas azucaradas para ingresar 200 millones -siguiendo la recomendación de la OMS-, aunque finalmente la idea no pasó del papel. El gravamen al Tabaco recaudó 6.380 millones en 2018 mientras que los del juego ingresaron 49 millones. Ahora, el incremento de impuestos vuelve a estar sobre la mesa.
Fuente: abc.es