Hacienda se ha topado con el Premio Planeta. La Agencia Tributaria considera que no es un galardón al que se le puedan aplicar las ventajas fiscales previstas para los premios literarios porque la editorial se queda con los derechos de autor. Sin embargo Mara Torres, finalista en 2012, ha logrado que un tribunal le conceda una reducción del 30% en los impuestos. La sentencia, la segunda de este tipo, abre una vía para que el fichaje de Javier Cercas por Planeta, premio mediante, logre una importante rebaja fiscal. Para evitar que siente un precedente, Hacienda planea recurrirlo.
Los premios literarios tienen por ley importantes ventajas fiscales, como explica el fiscalista Pablo G. Vázquez: «Algunos tienen una exención total del impuesto. Son aquellos en los que se da el dinero sin ninguna contraprestación por parte del autor. Cuando sí hay contraprestación pero es un verdadero premio queda libre de impuestos un 30% del premio». Sin embargo, Hacienda es estricta y considera que esa reducción no se aplica cuando el galardón se da a cambio de los derechos de autor porque estima que en esos casos es una forma de retribución. Se trata de evitar que el premio literario camufle un pago encubierto de una editorial a un autor. «Hay muchos premios que son una tapadera. Si se monta un premio falso para encubrir el precio eso no puede tener beneficios fiscales y Hacienda lo persigue», añade Vázquez.
En 2018, la dirección general de Tributos contestó a una consulta sobre un galardón literario que «el premio no podrá implicar ni exigir la cesión o limitación de los derechos de propiedad sobre aquellas». «No se consideran premios, a estos efectos, las contraprestaciones económicas derivadas de la cesión de derechos de propiedad intelectual o industrial o que sustituyan a estas», explicaba en una opinión vinculante.
Hacienda considera que el Planeta, dotado con 601.000 euros el primer premio y 150.250 euros el segundo, el mayor premio de la literatura en castellano, no puede acogerse a estos beneficios. El premio nacional de narrativa, por ejemplo, se otorga a una novela ya publicada y sin nada a cambio, por lo que sí tiene ventajas fiscales. Pero el que gana el Planeta cede los derechos a la editorial. Por eso, según fuentes del sector, pocos de los premiados han intentado rebajar la factura fiscal.
Sí lo hizo Marta Rivera de la Cruz, que fue finalista en 2006. La hoy diputada de Ciudadanos se acogió a la reducción de la tributación y pleiteó contra Hacienda. En 2012 el Tribunal Superior de Justicia de Galicia le dio la razón y permitió que se redujera el 40% del premio (el porcentaje por ley bajó después al 30%). Estuvo defendida por Marcial Matelo de la Maza, que además de abogado es su marido.
El año de ese fallo fue finalista la periodista Mara Torres, que entonces dirigía el informativo de La2 y hoy está en la Cadena SER. Esta se aplicó la reducción del 30%, lo que sumaba 32.880 euros, y Hacienda la eliminó en una inspección. Torres reclutó a Matelo de la Maza, que no ha querido hacer comentarios. Llevaron el caso a los tribunales y el pasado mes de abril el Tribunal Superior de Justicia les dio la razón.
La defensa de Mara Torres alegó que la regulación de Hacienda estaba pensada «para los premios que no se deriven de una previa cesión de los derechos de propiedad intelectual, ya que la causa del premio ha de ser un previo fallo del jurado y no una previa cesión de derechos pactada con la editorial», de forma «que no sea un pago de la editorial al autor disfrazado del premio». Es decir, que como en este caso la cesión de derechos era posterior al premio y no anterior, sí tenía derecho a rebajar la factura fiscal. La abogacía del Estado replicó que el premio Planeta «supone una contraprestación, a cambio de la cesión de derechos de la propiedad intelectual» y que por lo tanto no se podía acoger a la reducción.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid compra los argumentos de Mara Torres. «De esta regulación solo puede deducirse lo que señala la demanda, es decir que en el caso de que en un premio no se produzca contraprestación alguna y por ello no exista cesión de los derechos de propiedad industrial o intelectual, la exención de lo percibido económicamente por el premio es total». Para «el resto de premios en los que sí existe una contraprestación, que suele serla cesión exclusiva de la explotación
de la obra literaria y de derechos de la propiedad intelectual sobre la misma, no estarían exentos, pero sí podrían gozar de la reducción del 40%».
Sobre el Planeta, el TSJ de Madrid considera que tiene derecho a una reducción. «En este caso, se produjo un fallo de un jurado que otorgó el premio de finalista a la recurrente y la cesión de derechos se efectúa porque así se había aceptado por la misma al presentarse al premio, tal como establecían las bases del citado premio y a las que se sometió para poder participar en él».
Con esta interpretación, similar a la que ya hizo el Tribunal Superior de Justicia de Galicia en el caso de Rivera de la Cruz, el Planeta tendría un importante beneficio fiscal y Cercas, por ejemplo, tendrá casi un tercio del importe del premio exento de pagar impuestos. Dos tribunales superiores de Justicia han considerado que el Planeta tiene derecho a una reducción fiscal y aunque eso no genera jurisprudencia sí da una importante bala a los próximos ganadores. Tanto, que Hacienda irá al Supremo para intentar tumbar la sentencia de Mara Torres.
El Planeta tiene un jurado, unas bases públicas y un premio. Pero los ganadores suelen coincidir con el perfil que quiere Planeta en cada momento. En el último año, con Cercas y Vilas, ha fichado a autores de la competencia. En 2004, el novelista Juan Marsé dimitió como jurado tras el premio. Según escribió más tarde, «no me sentía cómodo, no quería hacer el papelón de florero» ante «el sospechoso empeño del jurado en otorgarle [a la ganadora] méritos que no tenía y en premiarla por esos méritos». Años después volvió al jurado y de nuevo renunció.
Fuente: Confidencial.com