La concejala del Área de Gobierno de Hacienda y Personal del Ayuntamiento de Madrid anuncia que el año que viene se aplicará la bonificación al 95% de la plusvalía ‘mortis causa’ y se revisarán los incentivos fiscales verdes de Carmena.
Engracia Hidalgo Tena (Mérida, 1957) reivindica el valor de la gestión en la actividad pública. No en vano, lleva más de tres décadas vinculada a la administración de la cosa pública, casi siempre en la órbita de la economía, el empleo y la fiscalidad. «Gestionar bien, de una forma eficiente, eficaz, es algo que no se valora pero que se debería valorar», sostiene la dirigente popular, que a lo largo de su dilatada trayectoria ha sido responsable de Programación Económica, Personal y Servicios del Ministerio de Educación durante los Gobiernos de Aznar; consejera de Hacienda y, más tarde, de Familia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid con Esperanza Aguirre; secretaria de Estado de Empleo durante el primer Gabinete de Rajoy, y consejera de Economía con Cristina Cifuentes.
En la actualidad es responsable del Área de Gobierno de Hacienda y Personal del Ayuntamiento de Madrid, donde gobiernan en coalición PP y Cs con el respaldo externo de Vox. Su misión en el Ayuntamiento de la capital, «una empresa de 4.500 millones de presupuesto con 25.000 trabajadores», es implementar la rebaja fiscal de 460 millones prometida por el actual regidor del consistorio, el también popular José Luis Martínez-Almeida, una promesa que el equipo de Gobierno asegura que cumplirá íntegramente a lo largo de la presente legislatura.
Los programas electorales deben cumplirse al 100% porque es un compromiso que tenemos con los ciudadanos. La legislatura son cuatro años y lo primero que hay que hacer es un diagnóstico de la situación que permita abordar las medidas y cómo se van a realizar en el tiempo. Ya estamos trabajando en materia de impuestos, pero lo primero que nos hemos encontrado es que la herencia de Carmena, esa bonanza económica que se defendía de forma insistente por parte del anterior equipo de gobierno, no se ajusta a la realidad.
Bien distinta. Ya en junio vimos que el Presupuesto de 2019 se había aprobado incumpliendo la regla de gasto en 130 millones. En los primeros datos que envió la Intervención General al Ministerio de Hacienda, ese incumplimiento de la regla de gasto se había superado en 406 millones de euros. Y esto, ¿a qué nos conduce? Incumplir la regla de gasto supone una hipoteca para este año y el que viene. Hemos realizado esfuerzos para controlar la regla de gasto; seguimos haciendo esfuerzos, pero el cumplimiento va a ser casi imposible. Un trimestre no es tiempo suficiente para tomar las medidas necesarias para ello. Además de este factor, las cosas se complican mucho más en 2019 porque el anterior Gobierno, incomprensiblemente, porque es muy poco ortodoxo desde el punto de vista económico, aprobó suplementos de crédito por importe de más de 100 millones de euros, y firmó acuerdos en materia de personal que supusieron un incremento de gasto por 90 millones. Son decisiones que condicionan mucho los Presupuesto de 2019 y 2020.
Tenemos que ir acompasando cómo vamos a abordar nuestra bajada de impuestos con una prestación de servicios públicos de calidad. Estamos trabajando en el IBI, llegaremos al tipo mínimo del 0,4% a lo largo de la legislatura, estamos trabajando para que en 2020 se vea ya una bajada.
Estamos trabajando; se verá en las ordenanzas fiscales. Primero tenemos que acordarlo con nuestros socios y después presentarlo en el Pleno. También estamos trabajando para bonificar al 95% la plusvalía mortis causa, del Grupo I, para que entre padres, hijos y cónyuges prácticamente no se tenga que pagar. Es algo que queremos abordar lo antes posible. En la Comunidad de Madrid, el Impuesto de Sucesiones entre padres e hijos prácticamente está bonificado al 90%. No tiene mucho sentido que en el Ayuntamiento no lo hagamos coherente con ese impuesto en materia de la plusvalía. Es importante abordarlo; estamos echando las cuentas, pero sí, lo tocaremos.
En 2020, los madrileños empezarán a ver la bajada fiscal que tenemos comprometida con ellos, empezando por estos impuestos. La rebaja del IBI se producirá de forma gradual, pero la bonificación del 95% en la plusvalía mortis causa se aplicará de golpe ya desde el año que viene. También hemos agilizado la devolución de la plusvalía municipal.
En primer lugar tenemos un acuerdo firmado con Ciudadanos. Somos dos partidos distintos, pero somos compañeros en la junta de Gobierno y tenemos absolutamente los mismos objetivos en materia de servicios públicos. Habrá discrepancias en algunas cosas, pero nuestra obligación es que seamos capaces de sentarnos y llegar a acuerdos. Con Vox también hay un acuerdo, en el que se incluye la bajada de impuestos y ahora empezaremos. Estoy convencida de que contaremos con su apoyo siempre que los Presupuestos respeten lo acordado y mejoren a los madrileños. Todavía no hemos empezado.
Estamos analizando la posibilidad de abordar la rebaja de algunas multas. No las impuestas por infracciones que afecten a la seguridad vial, sino, por ejemplo, las de aparcamiento (el SER). Nos hubiera encantado poder hacerlo todo más deprisa, pero la realidad [de la situación del ayuntamiento] no se corresponde con lo que se decía. Hay cosas que nos han llamado muchísimo la atención.
Por ejemplo, a la ausencia de gestión en el sistema informático en tributos o en materia de oferta de empleo público. El empleo temporal en los últimos cuatro años ha pasado de 3.500 a 5.500 personas, cuando hay un acuerdo de la Mesa de Función Pública para reducir la interinidad al 8%. Es un acuerdo social muy importante, que en el Ayuntamiento de Madrid ha tenido el efecto contrario: no hubo convocatoria de empleo público en 2017 ni en 2018, ni se hizo proceso de consolidación del empleo. Hay 8.000 plazas sumando las convocatorias de oferta pública de empleo que no se han hecho y los procesos de estabilización en el empleo.
No ha habido una periodicidad suficiente en sacar plazas y tampoco se han publicitado lo suficiente. Habitualmente, las vacantes están dotadas en el presupuesto, y aquí las vacantes no están dotadas. Es necesario gestionar los recursos humanos. No puede ser que mientras todas las administraciones están trabajando en esa consolidación del empleo, el Ayuntamiento de Madrid no haya empezado.
Primero hay que ver por qué han fallado, y si tenemos que modificar o hacer cambios, por supuesto hacerlos. Muchas veces esos incentivos fallan porque no se conocen. En el caso concreto del incentivo para vehículos que cumplan requisitos medioambientales, creo que se puede incentivar porque cada vez estamos más concienciados con que los coches sean eficientes desde el punto de vista medioambiental.
A 65 millones de euros. Las comunidades autónomas tienen muchos más ingresos que dependen del Estado, casi el 90%, que los ayuntamientos, pero aun así es importantísimo que existan cuanto antes unos Presupuestos del Estado que fijen las cuantías que tienen que recibir las comunidades y un Ejecutivo estable que reforme el sistema de financiación de las autonomías y ayuntamientos. Un grupo de expertos puso de manifiesto prioridades como la reforma de la plusvalía municipal o dar más autonomía a los ayuntamientos y fondos de equidad. Hay un margen de trabajo muy importante. Tenemos que ser capaces de definir el marco competencial de cada administración y ser eficientes.
Afecta porque Madrid es la capital. El bloqueo institucional siempre genera mucha inestabilidad, empezando por la económica, ya que conlleva el riesgo de lastrar el crecimiento y la creación de empleo. Es necesario abordar las grandes reformas que nos permitan incrementar la competitividad, competir con el resto del mundo. Es fundamental que exista estabilidad.
Todavía no tenemos indicadores en materia de impuestos, vamos a trimestre cerrado, pero creo que el hecho de que la confianza del consumidor se sitúe en 80,4 puntos, como en los primeros meses de 2014, y en el primer trimestre haya bajado 20 puntos, o que la inversión en bienes de equipo esté bajando y se esté ralentizando el empleo son elementos a los que no podemos hacer oídos sordos. Es lo que nos están diciendo los indicadores. No podemos estar viéndolas venir, hay que tomar medidas. Necesitamos reformas estructurales, y muchas.
Fuente: Expansión.com