La tecnológica aflora activos en Holanda para reducir la factura fiscal con su amortización.
La operación de 5.500 millones con la que Uber apenas pagará impuestos
Ante la creciente presión de los Estados europeos contra los paraísos fiscales, el gigante mundial de la movilidad Uber ha aflorado en Holanda una deducción pendiente de aplicar por 6.100 millones de dólares, unos 5.500 millones de euros, según publica la agencia Bloomberg. La operación, previa a la salida a Bolsa de la empresa, se enmarcó en las transferencias de activos de paraísos fiscales, ligada a las nuevas normas fiscales de la UE sobre empresas multinacionales.
La deducción proviene de un aumento del valor de la propiedad intelectual de la empresa, un activo intangible que estaba localizada en una empresa sin empleados domiciliada en Bermuda. Este activo intangible ha sido transferido a una sociedad en Holanda, y su amortización a lo largo del tiempo servirá para compensar fiscalmente los eventuales resultados positivos.
Aunque el beneficio fiscal solamente afecta a los resultados de Uber en Holanda, la tecnológica ha transferido estos activos a una sociedad de la que dependen docenas de empresas del grupo de Uber, según los documentos mercantiles holandeses citados por Bloomberg. En paralelo, la empresa, domiciliada en San Francisco, usa las pérdidas registradas por su filial en Estados Unidos para reducir la factura fiscal del grupo consolidado. Según los cálculos de la agencia, la empresa ya tiene créditos fiscales por 1.200 millones en EE UU.
Además de las normativas europeas, la OCDE también ha instado a los grandes grupos a acabar con la práctica de canalizar sus beneficios en empresas pantalla en paraísos fiscales. Las empresas, por su parte, han optado por mover las sociedades a los activos a jurisdicciones como Holanda, Irlanda o Singapur, donde la presión tributaria es baja.
El movimiento se hizo “para atender las demandas del nuevo entorno impositivo global”, señaló a Bloomberg un portavoz de la empresa. Con este movimiento Uber abondona, de hecho, la práctica llamada Double Dutch, una estructura fiscal muy habitual en grandes multinacionales según la cual empresas holandesas sin empleados canalizar beneficios hacia sociedades en paraísos fiscales.
En una comunicación al supervisor de los mercados, la empresa informó que había puesto en marcha “una serie de transacciones que han resultado en cambios en la estructura legal internacional, incluyendo una redomiciliación de una subsidiaria en Holanda y la transferencia de algunos derechos de propiedad intelectual entre filiales participadas al 100%”.
Fuente: Cincodías.com