El organismo de Washington alerta de que los intereses de deuda subirán para España en los próximos años y critica que el Gobierno adopte por su cuenta la «tasa Google».
Los deberes fiscales aguardan tras las elecciones y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha reclamado a España que se ponga manos a la obra en el saneamiento de sus cuentas públicas. Así lo desgrana el Monitor Fiscal del organismo que recoge que «las economías con alta deuda deberían buscar un ajuste fiscal gradual (…) especialmente en vista de que los saldos fiscales permanecen por debajo de la deuda a largo plazo, a no ser que haya una desaceleración importante», una recomendación dirigida a España pero también a Canadá, Francia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos para sanear sus cuentas públicas antes de que llegue un frenazo económico serio.
En sus nuevas proyecciones , el FMI cree que España será incapaz de bajar el déficit en los próximos años más allá del 2,3% del PIB en el que cerrará este año frente al 2,6% del año pasado. Desde entonces, la institución dibuja una senda ascendiente de números rojos en las administraciones españolas que van escalando año a año hasta el 2,8% en 2024.
Esta limitada consolidación fiscal afecta de lleno a la reducción de deuda pública, que solo se reducirá, según el FMI por el crecimiento ya que, en su informe el déficit estructural no se reduce. Por ello, el Fondo proyecta unas previsiones de deuda pública que lentamente se va reduciendo al 92% del PIB en 2024.
Precisamente, esta pesada carga financiera es uno de los riesgos mayores para la economía nacional, ya que el FMI calcula que supone que cada año España deba refinanciar unos 200.000 millones de euros, un 16% del PIB, por lo que la conmina a reducir su pasivo. «Con las altas cargas de la deuda y el endurecimiento de las condiciones financieras, se espera que los pagos de intereses como porcentaje del PIB aumenten en el mediano plazo para algunas economías avanzadas (por ejemplo, Canadá, Italia, España y los Estados Unidos)», desgrana el FMI. España deberá refinanciar un 16,7% del PIB este año y un 16,5% en 2020 y 2021.
Más medidas para compensar ligar IPC y pensiones
El elefante en la habitación del déficit público es el sistema de pensiones, único aspecto para el que la institución dirigida por Christine Lagarde reserva una recomendación única para España, en la que dispara en la diana de la vinculación de las prestaciones al IPC aprobada por el Gobierno.
«Proteger la viabilidad financiera de los sistemas de pensiones requiere un conjunto integral de medidas, incluidas políticas para compensar las implicaciones de la reciente relajación en la indexación de las pensiones en España», sentencia el FMI, pidiendo así más medidas de menor gasto o mayores ingresos para sanear una Seguridad Social cuyo agujero en 2018 fue de 17.000 millones de euros.
Críticas a la tasa Google de Sánchez
Otro de los tirones de orejas del organismo es la iniciativa del Gobierno de Pedro Sánchez de aprobar una «tasa Google» por su cuenta, sin esperar a que sea una iniciativa de varios países después de que la Unión Europea haya retrasado esta iniciativa hasta, al menos, 2020 y la OCDE criticara al Ejecutivo por querer aprobarla por su cuenta.
«La tributación de multinacionales, incluyendo las altamente digitalizadas, debe dirimirse a través de un enfoque multilateral. Algunos países (Benin, Francia, India, Italia, España, Tanzania, Uganda, Reino Unido, Zambia) planean o han adoptado medidas para hacer tributar a las compañías tecnológicas y sus usuarios. La adopción de medidas de forma descoordinada con el objetivo de hacer tributar a empresas o sectores específices puede llevar a distorsiones significativas como la doble imposición de actividades transfronterizas», critica el FMI.
Subida de impuestos a grandes empresas
Esta recomendación de ponerse en común entre los países también salpica al Impuesto de Sociedades, del que lamenta «una competición fiscal que puede llevar a ineficiencias globales». «La cooperación multilateral proveería un enfoque más eficiente y eficaz para hacer tributar los beneficios de las multinacionales», reclama. Precisamente, el Ejecutivo planeaba subir el impuesto a las compañías que facturasen más de veinte millones de euros con un tipo mínimo en la base imponible del 15% –del 18% para bancos y petroleras– y limitar la exención de dividendos del exterior al 95% y no al 100% como ahora.
Fuente: Abc.es