El Fisco cambia de criterio y multiplica por veinte el IVA cobrado por las presas importadas.
Las garras de Hacienda se hunden sobre un colectivo inesperado: los cazadores españoles de safaris en África. La Agencia Tributaria ha alterado la forma de actuar que seguía para gravar las piezas de caza importadas y en los últimos meses viene reclamando importes por IVA muy superiores a decenas de afectados. Así lo señalan fuentes jurídicas y del sector, que denuncian que las cuotas a pagar en el impuesto se han multiplicado «por veinte» en numerosos casos. El cazador está siendo cazado.
Esta persecución fiscal se debe a la valoración que hace Hacienda de los trofeos de caza que se traen estos contribuyentes de sus incursiones en África. Como relatan en el despacho de abogados Cremades&Calvo-Sotelo, que lleva a varios de los afectados, hasta ahora cuando un cazador importaba las piezas de los animales que había abatido, el departamento de Aduanas de la Agencia Tributaria calculaba la base imponible del IVA por el bien en cuestión a partir de la factura del taxidermista.
Una práctica que ha cambiado. Ahora está utilizando como indicador para medir el valor de la presa la tasa de abate, es decir, el precio pagado por el derecho a cazar un número de animales en el safari -más allá de que se cacen o no-, en lo que multiplica el valor de los bienes importados y los impuestos a afrontar.
Por ejemplo, un cazador puede pagar una tasa de abate al contratar el safari para disparar a diez animales, finalmente solo abatir a uno y, al importar el espécimen en cuestión a su domicilio, tributar como si hubiera cazado estos diez animales, describen estas fuentes. Ello dispara las cuotas de IVA a pagar en miles de euros. La tasa de abate en algunos casos puede ascender a más de 40.000 dólares en piezas de caza mayor.
Batida fiscal
Desde Cremades&Calvo-Sotelo se quejan de la inseguridad jurídica que provoca este aumento del IVA a pagar y apuntan que todos los casos que se han detectado han sido en Madrid, y proceden de safaris y cacerías organizadas en Sudáfrica, de donde vienen los trofeos de caza importados en cuestión.
Como más vale pacto en mano que juicio volando, abogados y asociaciones del sector abogan por llegar a un acuerdo con Hacienda, tratando de que ceda o se encuentre una solución intermedia. De lo contrario se avecina una cascada de litigios ante la Justicia. Al parecer en otros países como Austria y Dinamarca se sigue el criterio anterior que mantenía Hacienda aunque en Portugal ocurre una situación parecida a la actual en España.
Junto a ello, desde el sector se aboga por matar dos pájaros de un tiro y, además de solucionar esta cuestión, crear un marco más o menos común que evite la incertidumbre fiscal y diferencias tan amplias sobre el tratamiento fiscal de la importación según los países comunitarios.
El despacho avisa que se está produciendo una migración tributaria de cazadores hacia otras latitudes allende de España: hay casos de españoles que vuelven de safari con sus trofeos y hacen escala en otros países comunitarios como Austria con regulaciones más suaves para pagar el IVA allí y así ahorrarse una cuantiosa factura fiscal. A fin de cuentas, no hay pieza menor para Hacienda.
España es el mayor importador de leones de Europa
España importó 8.522 trofeos de caza entre 2007 y 2012, siendo uno de los principales de la Unión Europea en este ámbito. Así lo atestiguan los datos de especímenes incluidos en el Convenio Cites, que regula las operaciones con especies protegidas en todo el globo. Al observar los datos de los últimos años, parece que las importaciones han caído con fuerza: a España se trajeron del exterior 263 trofeos de caza, una cifra que, pese a todo, supera las 80 de Alemania, aunque no las 421 de Francia o las 1.281 de Italia -en ambos casos se deben a que importaron 350 y 1.050 pieles de cocodrilo respectivamente en tres operaciones-. Donde España es líder en la Unión Europea es en las importaciones de una de las piezas mayores en los safaris: el león. En los últimos cinco años, España importó 249 piezas de león, casi tres veces más que Francia (52) o Reino Unido (57) y siete veces más que Italia (35 trofeos). También supera a Alemania (151 piezas de león) y Austria (112). «Las áreas de caza, cuando son bien gestionadas, son reconocidas como una herramienta fundamental para la conservación de la vida silvestre a nivel mundial», defiende Cites.
Fuente: Abc.es