Las cotizaciones empresariales a la seguridad social son especialmente inferiores en el país germano.
El Gobierno español aspira a aumentar las cotizaciones sociales de los trabajadores, pese a que nuestro país ya es uno de los que soporta las mayores cargas por este concepto. De esta manera, la comparativa con los principales socios europeos sale negativa para España: este es el caso de Alemania.
Sobre el salario bruto mensual de cada trabajador, en Alemania se descuenta una serie detallada de impuestos antes de obtener el salario neto. El mayor de ellos es el Rentenversicherung (seguro de pensión de jubilación), del 19,9%, pero este impuesto es pagado al 50% entre empleador y empleado, de manera que la parte pagada por el trabajador es de un 9,95% del salario bruto. El siguiente en la lista es el Krankenversicherung (seguro médico), del 15,5%. En este caso, el trabajador paga un 8,2% de su salario bruto y el 7,3% restante lo paga el empleador.
Además está el Arbeitslosenversicherung (seguro de desempleo), del 3%, financiado también al 50% entre empleador y empleado. El empleado pagaría pues un 1,5%. De más reciente creación es el Pflegeversicherung (seguro de dependencia), del 1,95% y del que corresponde al empleado un 0,975% en caso de que tenga hijos que puedan hipotéticamente cuidar de él en el futuro. Si el empleado no tiene hijos, pagará un 0,25% más.
El más polémico de los descuentos es el Solidaritätzuschlag (Impuesto de solidaridad con los antiguos estados del este), del 0,87%. Este impuesto fue creado a raíz de la reunificación de las dos Alemanias, en 1991, y está destinado a un trasvase de recursos a los Bindesländer orientales del que la Alemania occidental empieza a estar bastante harta. Su reducción o eliminación forma parte ya del programa de varios partidos políticos. En cuanto al impuesto para la iglesia, el Kirchensteuer, del 1,42%, es un pago voluntario, de ahí seguramente que el número de católicos y evangélicos declarados sea más bajo en este país que en otros. Tanto el Solidaritätzuschlag como el Kirchensteuer varían dependiendo de la cuantía del bruto. El porcentaje mencionado correspondería un sueldo medio de 3000€ brutos mensuales. Cabe destacar también que el pago del Kirchensteuer es opcional y se paga para las Iglesias católica, protestante y judía.
Además de estos seis impuestos, el trabajador paga el impuesto sobre el salario o Lohnsteuer, que depende directamente de la categoría impositiva Steuerklasse que le haya sido asignada. Hay seis tipos de Steuerklasse diferentes (I, II, III, IV, V, y VI), que establecen un sistema que favorece a las familias. La Steuerklasse I es en la que se encuadran personas solteras, divorciadas o viudas. Para un bruto de 3000€ mensuales (36.000€ anuales) un trabajador perteneciente a esta Steuerklasse pagaría un porcentaje del 15,78% de impuesto sobre su salario. Un empleado soltero (Steuerklasse 1) que cobra 3000€ brutos, no tiene hijos y no pertenece a ninguna religión recibiría por ejemplo mensualmente en su cuenta un salario neto de 1.874,12 €.
Las Steuerklassen III, IV, y V son aplicables a personas casadas y exigen una declaración de la renta conjunta. Cuando los dos miembros de la pareja perciben más o menos el mismo salario, suelen optar por la Steuerklasse IV, en la que básicamente se paga el mismo porcentaje del salario que en la Steuerklasse I. Pero si un miembro de la pareja tiene un salario claramente mayor al otro, se suele escoger la fórmula III-V, de manera que uno se acoge e a los pagos de la Steuerklasse III y otro a los de la Steuerklasse V. Un matrimonio en el que el marido gana 4000€ mensuales (48.000€ anuales), por ejemplo, y la mujer 2000€ mensuales (24.000€ anuales) esta fórmula sería la más ventajosa. El primero de los miembros pertenecería a la Steuerklasse III y pagaría un porcentaje del 11,8% de su salario, mientras que el otro pertenecería a la Steuerklasse V y pagaría un 22,2%.
Fuente: Abc.es