El actual vicepresidente del BCE y exministro de Economía reclama «colchones fiscales» y apuesta por un fondo de garantía de depósitos común y un seguro de desempleo europeo.
Europa aguarda reformas. El vicepresidente del BCE y hasta hace unos meses ministro de Economía, Luis de Guindos, ha reclamado hoy en Madrid «reformas» y, en concreto, «colchones fiscales para preparar la siguiente crisis» que son «particularmente importantes en países con elevada deuda pública» en Europa, como es el caso de España. Nuestro país cuenta con un 98% de pasivo de las administraciones, el quinto de la UE con una deuda más abultada (tras Grecia, Italia, Portugal y Bélgica). De Guindos ha realizado estas declaraciones en el marco de la inauguración del Máster Universitario en Derecho de la Unión Europea de la Universidad Carlos III de Madrid.
«En los últimos cinco años, los avances en las reformas han sido lentos», ha apuntado De Guindos, añadiendo que conforme se deja atrás la crisis desaparece la «urgencia» que tenían los gobiernos para aprobar medidas que redujeran los desequilibrios de su economía que puede conducir a cierta «autocomplacencia».
Un discurso repetido en el BCE, que observa cómo los países continentales apenas han aprobado medidas de calado en los últimos años en los que la institución de Fráncfort ha comprado deuda, soportando la liquidez de empresas y países. Unas operaciones con fecha de caducidad, en principio, para diciembre de este año.
«Los países que fueron rescatados no lo fueron tanto por motivos fiscales como por motivos de competitividad», ha recordado.
El ministro de Economía entre 2012 y 2018 ahora «mano derecha»de Mario Draghi, ha abogado por varias reformas comunitarias pendientes por hacer. De Guindos ha abogado por una «facilidad fiscal común» tras el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que ha cosechado «avances» pero que «no es suficiente».
«Puede ser un fondo de inversión o puede ser un seguro de desempleo común», ha ahondado en este sentido, mostrándose confiado en que llegará tras el acuerdo al respecto entre Francia y Alemania. «Ahora hay que implementarlo», ha señalado.
Otro de los instrumentos que ha defendido es el establecimiento de un Fondo de Garantía de Depósitos europeo, que proteja estos instrumentos de ahorro menores a 100.000 euros «sin importar el banco en el que esté». «Es una forma de asumir riesgos comunes pero aumentará las garantías sobre el sistema bancario, lo que elevará la confianza y reducirá el coste de crisis futuras», ha alegado, defendiendo que es la «pata que falta» para culminar la unión bancaria.
Deuda común
Estos dos instrumentos son el camino intermedio hasta llegar a la reforma más ambiciosa, un Tesoro común europeo que puede servir de antesala para los eurobonos. «Hay que ser pragmáticos», ha relativizado, no obstante, incidiendo en que el Fondo común de depósitos y el seguro de desempleo son medidas prioritarias.
De Guindos también ha tenido palabras para su época como ministro de Economía. Sobre la resolución del Banco Popular, el ahora «número dos» del BCE ha defendido que probó que el mecanismo de resolución «funciona» y que en ese caso «no le costó un euro al contribuyente».
Fuente: Abc.es