El Gobierno mantiene el bloqueo de los consejeros presos y huidos por «sentido común» mientras los vascos buscan un gesto de última hora que justifique el sí.
E l suspense sobre los Presupuestos Generales se mantendrá hasta la última votación, mañana por la tarde. El endiablado tablero político catalán y la decisión del PNV de ligar su voto a que decaiga el 155 mantiene en jaque la aprobación de la ley más importante de la legislatura, la que dota de estabilidad al país y permitirá o no a Mariano Rajoy agotar el mandato hasta 2020.
La intervención sobre el autogobierno en Cataluña continúa vigente después de que el nuevo presidente, Quim Torra, optara por continuar con el desafío al Estado designando consejeros a dos presos –Josep Rull y Jordi Turull– y dos huidos en Bélgica –Toni Comín y Lluís Puig–. La Moncloa paralizó el sábado el nombramiento de los miembros del Govern, lo que prolonga de facto el 155. Y a estas horas el PP no tiene la garantía de que los cinco diputados vascos aprobarán las cuentas en el Congreso.
Un revulsivo
El PNV «apurará» hasta «el último minuto» para decidir el sentido de su voto. El partido vasco, según fuentes consultadas por ABC, aguarda a un gesto revulsivo que le permita justificar su apoyo a Rajoy pese a estar el 155 en vigor, ya fuera del Gobierno –rectificando su bloqueo a los consejeros–, de los independentistas catalanes –renunciando a esos nombramientos– o del juez –cerrándoles el paso para tomar posesión de sus cargos–. En definitiva, cualquier argumento que desatasque la situación y le permita vender ante su parroquia que el fin del 155 estaría más próximo. Si no, tendrá que desdecirse de que no pactaría con Rajoy así.
El Gobierno apeló ayer al «sentido común» para justificar que mantenga paralizada la publicación en el boletín oficial catalán de los nombramientos de Torra y confió en que el PNV se desmarque de esta nueva «provocación» del independentismo catalán, echando al traste la estabilidad política de todo el país.
La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que la designación de presos y huidos responde a una «dinámica absolutamente perversa» y acusó al presidente catalán que antepone los intereses del separatismo a los del conjunto de los ciudadanos.
«Lo que me pregunto es si tan poco le importan los intereses de los catalanes cuando hasta la consejería de Salud esté sin titular simplemente por seguir provocando a nuestra democracia. Esa dinámica está abocada al fracaso», aseveró antes de asistir a la toma de posesión de Ángel Garrido como nuevo presidente de la Comunidad tras la dimisión de Cristina Cifuentes.
Lo cierto es que el Gobierno intenta cargarse de razones jurídicas para fundamentar su decisión de paralizar el decreto de nombramiento de los consejeros. La vicepresidenta admitió que se tomarán el tiempo necesario para resolver el fondo del asunto. «A diferencia de la gente de la Generalitat que hace estas cosas corriendo, nosotros hacemos las cosas con mucha seriedad y con mucho rigor», respondió a los periodistas cuando se le preguntó por un plazo para el resultado del análisis jurídico.
El PNV, que en los últimos días confió en que hubiera un ejecutivo viable en Cataluña, se ve atrapado por este nuevo bloqueo y ayer su ejecutiva evitó tomar una decisión intentando ganar tiempo. Si mañana votan «sí» a los Presupuestos estarán incumpliendo su palabra de que no lo harían mientras estuviera vigente el 155. En todo caso, ya rectificaron su posición al trascender, a finales de abril, que habían pactado con el Gobierno una subida generalizada de las pensiones. El lendakari, Iñigo Urkullu, explicitó hace unos días que el PNV tenía las «manos libres» para pactar con Rajoy porque achacó la parálisis en Cataluña a Carles Puigdemont y su empeño en nominarse a la investidura. La designación de Quim Torra pareció desatascar la situación… hasta que nominó a los consejeros presos y fugados.
En privado, los nacionalistas vascos desaprueban esta operación de Torra, y de hecho confiaron en que los nominados desistieran por consejo de sus abogados, al considerar que no podían ejercer sus funciones y que solo empeorarían su situación judicial. No ha sido así. Rull y Turull insisten en ser «restituidos» como consejeros. Y en el PNV subrayan que estos mantienen sus derechos políticos «intactos», por lo que les es difícil argumentar ante su electorado apoyar a Rajoy.
En La Moncloa, en cambio, apuntan a que Torra tiene previstos ya los sustitutos consciente de que estos cuatro consejeros son inviables y según estas fuentes solo trata de añadir presión. Rajoy apeló ayer desde Galicia a la responsabilidad de los grupos políticos implicados en la negociación de los cuentas, refiriéndose sin citarlo al PNV. Por su parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, exigió un compromiso mayor del PSOE pidiendo que cedan sus votos para aprobar los Presupuestos en pleno desafío secesionista y evitar así que el Gobierno siga dependiendo de los nacionalistas. El líder socialista, Pedro Sánchez, aclaró que su compromiso con el Gobierno se circunscribe al órdago separatista, «cuestiones de Estado», pero excluye los Presupuestos del PP, que rechaza.
Fuente: Abc.es