Los ingresos se han desviado en 2.862 millones sobre lo presupuestado.
El Gobierno estimaba que en 2017 el Estado registraría un récord histórico en ingresos vía impuestos, superando incluso los de 2007, el último ejercicio antes de que estallara la crisis económica y en el que se alcanzó una cifra de 200.676 millones. Sin embargo, los datos de liquidación presupuestaria de 2017 indican que los ingresos totales aumentaron un 6,4% hasta los 198.101 millones, la recaudación más elevada desde que comenzó la crisis, sin llegar alcanzar la cifra mágica. Los ingresos se han desviado en 2.862 millones sobre lo presupuestado por el Ministerio de Hacienda.
De los grandes impuestos que maneja Hacienda, el IVA ha sido el único que ha cumplido con las previsiones de recaudación, incluso ha estado por encima de lo que recogía los Presupuestos. Respecto a 2016, aumentó en un 7,9% hasta los 67.797 millones de euros. Más de 300 millones, por encima de la previsión.
En los otros dos grandes impuestos, la desviación ha sido con signo negativo. Los ingresos por IRPF, que supone casi el 40% de los ingresos tributarios totales, ha habido una distancia de casi 1.000 millones. La recaudación ascendió en 2017 a 77.038 millones frente a los 78.027 millones presupuestados. Pese a ello avanzan un 6,4% respecto al año anterior y supone el dato histórico más elevado de recaudación. Y todo ello arrastrando una rebaja fiscal, que fue aprobada en 2015 y todavía se esperaba un impacto negativo en la recaudación.
La otra gran partida, los ingresos generados por el Impuesto de Sociedades, también se ha distanciado en más de 1.250 millones, aunque la recaudación mejoró un 6,8% hasta los 23.143 millones. Sociedades tiene una gran particularidad. De los grandes impuestos del Estado es el único que no registra niveles récord. En 2007, el país obtenía casi 45.000 millones de las empresas españolas. Después de diez años, la recaudación es un 46% inferior a la que se conseguía antes de la crisis.
Fuente: ElEconomista.es